Por Carlo Fabetti

…un enano llamado Ulrico que corría el mundo en busca de aventuras.

Pero la s aventuras que el interesaban a Ulrico no eran las propias de los caballeros andantes, o de los buscadores de tesoros, o de los aventureros comunes y corrientes. Aquel enano de revuelto cabello rojo e hirsuta barba no le interesaban riquezas, ni las batallas, ni los torneos. Las aventuras que él buscaba eran de la mente: quería aprender cosas nuevas, conocer a hombres y mujeres de otros países, descubrir la sabiduría atesorada en los libros, escuchar las historias que las viejas contaban al amor de la lumbre…

Y así, anda que te andarás, Ulrico llegó un buen día a un país cuyo rey amaba el oro más que ninguna otra cosa, y que tenía una hija que nunca reía…

Este cuento está tomado del libro La magia más poderosa y otras aventuras de Ulrico. Editorial Gente Nueva, La Habana, 2011. (N. del E.)