Por Claudia Teresa Cabrera


                Lo que vive y se convierte
                en pasado que se olvida,
                es la parte de la vida
                que, siendo vida, ya es muerte.

                          El Indio Naborí


Se rompe el muro a la vista,
abre el cantar vespertino,
traza el rumbo del destino
noble brújula alpinista.
Alarga el paso optimista
en luz de la noche inerte;
porque peligró la suerte
de quien vence el estupor:
fue gorrión en brumas por
lo que vive y se convierte


en un mortal desespero;
la hiladura de la calma
va con un nudo en el alma;
el ave busca el alero
por salir del hervidero
para romper la guarida.
Es reto la acometida,
pulso, vida, si es mostrarse,
y no debe colocarse
en pasado que se olvida.


Se percibe la evidencia
del pájaro que venció
el encierro, y resistió
el oro de la existencia.
En el tiempo está la esencia
que levantó la caía;
estuche de fe, vestida
de recuerdo que ennoblece,
es faro. Lo que acontece
es la parte de la vida.


Una voz espiritual
lleva el gorrión en el verso
para embriagar su universo
con un eco musical.
En una flor de cristal
el rudo ayer se revierte…
El viaje del tiempo advierte:
quien logró sobrevivir
no tendrá que predecirÇ
que siendo vida ya es muerte.

 

Con este conjunto la autora obtuvo Mención en el Concurso Literario Nacional de Décima Espinela “Luis Gómez”, en la modalidad de glosas. (Cumanayagua, Cienfuegos, 2023). (N. del E.).