Por Olga L. Martínez


Te amo. En esta
soledad
de grillos y silencio.
En este
ronquido lejano
de mamá
y el ruido
de cada tecla al marcar.
Te amo
en este cansancio donde
dejo caer mi sueño
en una almohada
que pesa en mi cabeza.
En esta soledad
sin rostro
aún
me falta tu luz.