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Por Silvia C. Valdés


Alí Babá y los ladrones
(que ya son más de cuarenta)
los zapatos de cristal
robaron a Cenicienta.

Asaltaron a Pomposo
y, desandando el camino,
su maravillosa lámpara
le llevaron a Aladino.

A la madrastra malvada
le arrebataron su espejo.
Y a Alicia la conquistaron
para quitarle el conejo.

Alí Babá, y sus ladrones,
por fantasear tropelías
tuvieron como castigo:
mil noches sin fantasías.


Tomado de El libro de los conjuros (Ediciones Mecenas, Cienfuegos, 2007). (N. del E.).