Por Olga L. Martínez

La triste soledad de tu mirada
ve caer una flor en tus arrugas,
y se me va el color y te me fugas
por la grieta del día, acorralada.   

Mas… se me vuelve la distancia espada
cuando no hay mariposas, solo orugas.
Entre tanto, tus lágrimas enjugas,
y esperas el milagro de algún hada. 

¿No escuchas, madre, cómo canta el río?
¿Cómo las aves trinan con más brío, 
y la orquídea del patio reverdece? 

A tus recuerdos, madre, ponles alas,
regálate la infancia. Pon bengalas
y verás que el dolor desaparece.

 

Con este soneto la autora obtuvo Primer Premio en el Concurso 8 de Marzo 2021, convocado por la Casa de Cultura “Eloísa Álvarez Guedes”, de Habana del Este. (N. del E.).