Por Mariam Aguilar

No hace mucho tiempo de eso, fui a buscar el dientecito que se me había caído días antes y lo había puesto en una mesita dentro de mi cuarto. Y entonces, cuando lo fui a coger, ¡ya no estaba! Le dije a mi mamá que me ayudara a buscarlo, y mira que registró en todos los lugares, pero tampoco lo encontró.

  Parece que ese ratoncito de verdad existe. Porque… ¿quién si no él, se iba a llevar mi diente? ¡Eh, si es hasta de nuestra familia, por parte de madre!