Por Mariam Aguilar

Había una vez una niña que tenía una ropa muy linda y una mariposa negra y grande andaba detrás de ella, y a ella no le gustaba porque creía que le iba a ensuciar la ropa; pero llegó su amiga, que era hermana de la mariposa, y le dijo: Mira, es que ella quiere ser tu amiga. Entonces la niña aceptó su amistad y dejó  a la mariposa que se le pegara a su vestido.