Por Eduardo Benet

Moviendo los brazos
bogan los remeros,
mientras en la ropa
Guía el timonel.
Y surcan las olas
los botes ligeros,
jirones de espuma
dejando en tropel.

Así cuando suben,
y así cuando bajan,
los remos parecen
alas al volar
y es que los remeros
con ardor trabajan
por ver quién consigue
primero llegar.